El Castillo de Villatoro, ubicado en la provincia de Ávila, es un tesoro histórico que ha resistido el paso del tiempo. Este castillo medieval, ahora en ruinas, se encuentra en las afueras del término municipal de Villatoro y ha sido objeto de restauraciones y conservaciones que lo han convertido en un centro de turismo rural.
El origen del Señorío de Villatoro se remonta al siglo XIV, cuando Alfonso XI otorgó el título a la familia del obispo D. Sancho Blázquez Dávila como reconocimiento a su lealtad y servicios a la corona. Situado estratégicamente en el extremo occidental del Valle de Amblés, el castillo defendía el paso hacia el Valle del Corneja a través del puerto de Villatoro.
Aunque actualmente solo quedan ruinas, los restos conservados revelan la grandeza y el esplendor que tuvo en el pasado. El castillo se construyó en una planta cuadrada con cubos en las esquinas, pero en la actualidad solo se preserva un cubo de sillería exterior con troneras de buzón. A través de los arcos de ingreso y las troneras, es posible fechar su construcción a principios del siglo XVI, lo cual demuestra las innovaciones constructivas de la familia Dávila en la región.
En el siglo XVIII, el castillo aún albergaba a un jefe militar representante del señor, como se refleja en el Catastro de Ensenada, donde los vecinos pagaban al alcaide de la fortaleza una suma de diez reales. A lo largo del tiempo, el Castillo de Villatoro siguió perteneciendo a la Casa de Dávila a través de distintos títulos y sucesiones, llegando a manos de los duques de Parcent, quienes fueron los últimos poseedores.
El estilo arquitectónico del castillo refleja su naturaleza militar y medieval. Construido principalmente con mampostería y sillería, se cree que contaba originalmente con cuatro torres circulares en las esquinas. Las murallas defensivas que rodeaban el perímetro del castillo, actualmente incompletas, evidencian la importancia estratégica de la fortaleza. En su interior, se encontraba un patio de armas con columnas, algunos restos de los cuales pueden verse dispersos en la lonja de la iglesia.
Lamentablemente, el castillo sufrió un progresivo deterioro a lo largo de los siglos, principalmente debido al abandono y a causas naturales. Muchos de sus elementos fueron desapareciendo con el tiempo debido a la falta de interés y conservación. A pesar de ello, el Castillo de Villatoro fue protegido genéricamente en 1949 y fue declarado Bien de Interés Cultural, lo que permitió su preservación y conservación como parte del patrimonio histórico de la región.
Villatoro, el pueblo donde se encuentra el castillo, está situado en la provincia de Ávila, Castilla y León, en un punto estratégico entre Ávila y Piedrahita, en el nacimiento del río Adaja y el Puerto de Villatoro. El castillo data del siglo XVI y se encuentra en las afueras del pueblo, entre las carreteras que llevan a Ávila y Vadillo de la Sierra. A pesar de estar en ruinas, el castillo ha sido adquirido por un propietario particular y se utiliza actualmente como vivienda.
Visitar el Castillo de Villatoro es una experiencia fascinante para los amantes de la historia y la arquitectura medieval. Aunque solo quedan restos, su imponente presencia y su ubicación estratégica continúan siendo testimonios de un pasado glorioso. Los visitantes pueden recorrer los vestigios, admirar el cubo de sillería que aún se mantiene en pie y imaginar la grandeza y la importancia defensiva que tuvo en su época.
En conclusión, el Castillo de Villatoro es un tesoro histórico que ha sobrevivido al paso del tiempo y representa un testimonio invaluable de la arquitectura y la historia medieval en la provincia de Ávila. Aunque en ruinas, conserva elementos arquitectónicos y estructurales que nos permiten imaginar su esplendor pasado. Protegido como Bien de Interés Cultural, este castillo sigue cautivando a los visitantes con su belleza y su historia, transportándonos a un fascinante viaje al pasado medieval de España.
Fotografía cortesía de Xemenendura, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons