Cuando en el año 884 Diego Rodríguez Porcelos fundó la ciudad de Burgos, que ya existía anteriormente como enclave destacado en la zona, nadie de entonces podía llegar a imaginar que este lugar acabaría convirtiéndose en la ciudad principal de la región y, mucho más tarde, en la capital de la provincia que hoy lleva su mismo nombre.
Y es que la provincia de Burgos (http://turismo.aytoburgos.es) cuenta con una dilatada historia que en esta ocasión intentamos acercarte a través de diferentes edificaciones, para que conozcas un poco más su sorprendente, curioso y, no menos, turbulento pasado medieval.
Tierra de lugares y monumentos emblemáticos.
Desde su famosa catedral a la Cartuja de Miraflores, pasando por el Arco de Santa María o el Monasterio de las Huelgas, Burgos cuenta con gran número de monasterios, iglesias y castillos que convierten, no ya solo a la ciudad, sino a toda la provincia en un lugar cargado de vestigios medievales que en la actualidad conforman un riquísimo patrimonio.
Aquí te mostramos algún ejemplo de los edificios más relevantes de la zona por sus características y pasado, una ruta ideal para un fin de semana “histórico” por la provincia de Burgos. Un posible itinerario por varias de las iglesias fortificadas de esta provincia, pero antes de comenzar habría que aclarar a que nos referimos con este término.
Se conoce por iglesia fortificada al templo cristiano construido con la principal función de, además de desempeñar un papel religioso, servir como construcción defensiva en caso de ser necesario. Aunque la mayoría de dichas iglesias fueron ideadas desde un principio para contar con una estructura externa militar, como gruesos muros o torres almenadas, algunas de ellas serían adaptadas tras su construcción para servir como fortificación añadiendo elementos defensivos de marcado carácter militar. Encontramos ejemplos de ellas por buena parte de Europa especialmente donde hubo conflictos bélicos de forma más o menos regular.
En la península ibérica, las continuas disputas entre reinos hicieron que este tipo de edificación aflorara a lo largo de la Edad Media o, a veces, se adaptaran las iglesias ya existentes para convertirlas en pequeños fortines. Encontrándose hoy muchos de estos edificios en lugares como la provincia de Burgos.
Tres de las iglesias fortificadas más destacadas de la provincia de Burgos
Son muchas las iglesias fortificadas que podemos encontrar en la provincia de Burgos pero aquí os mostramos 3 de las más importantes de la provincia.
1. Iglesia fortificada de Zarzosa del Río Pisuerga
Ubicada en la población de Zarzosa del Río Pisuerga (www.zarzosaderiopisuerga.es), esta iglesia también es conocida como la iglesia de la Inmaculada. Acordonada por los restos de la antigua muralla del enclave, el recinto en el cual se encuentra cuenta con un arco de medio punto coronando su entrada principal en el cual se puede ver una antigua escultura tallada en la piedra. De estilo románico puro, lo cual refleja su antigüedad, esta iglesia está formada por dos naves centrales y un torreón de planta cuadrada, disponiendo de contrafuertes a sus lados.
Justo a las puertas del edificio encontramos un pequeño jardín con una zona arbolada.
Al igual que otras iglesias de esta misma zona se fortificó para cumplir con su doble cometido, religioso y militar. La torre de la iglesia cuenta con saeteras para ser utilizadas por los defensores en caso de asedio, función, la de servir de refugio a la población del lugar, que también debía cumplir.
2. Iglesia fortificada de Castrillo de Murcia
Situada en la población de Castrillo de Murcia (www.burgos.es/provincia/localidad/castrillo-de-murcia), la iglesia tiene claro aspecto de fortificación, como si de un pequeño castillo se tratase. Con un muro de contención que acordona la propia iglesia a modo de muralla, el edificio está en una zona algo más elevada, cuenta con gruesos muros que forman una estructura de planta en cruz acabando en una alta torre que parece ser de manufactura más moderna.
A la iglesia se accede por unas escalinatas que cruzan el muro, dándonos acceso a un patio exterior antes de llegar al edificio. Los expertos señalan que estamos ante un claro ejemplo de iglesia fortificada castellana propia de la Plena Edad Media.
3. Iglesia fortificada de Frías
La Iglesia fortificada de Frías (www.ciudaddefrias.es), situada en el municipio del mismo nombre, es también conocida como iglesia de San Vicente. Esta construcción de estilo románico tardío, se utilizó como edificio defensivo de la zona nordeste de la ciudad. De aspecto robusto cuenta con un campanario reconstruido, ya que originalmente tuvo una torre almenada de base y forma cuadrada que disponía de troneras hundida en 1906 tras un incendio causado por un rayo.
Construida en la Baja Edad Media esta iglesia se cree coetánea a la construcción del castillo de la ciudad, complementándose una construcción a la otra a la hora de defender la plaza.
En definitiva…
Las iglesias fortificadas tenían que estar preparadas para ser usadas en tiempos de conflicto como un pequeño fortín en defensa del territorio que las rodea y para ello cuentan con unas características especiales; estando situadas normalmente en lugares de frontera entre los antiguos reinos. Y es que la Edad Media es un período histórico realmente complejo, no ya solo por su larga duración (desde el siglo V al siglo XV) sino también por su gran inestabilidad política, social, económica y religiosa.
En general la península ibérica, y en especial la zona que nos ocupa, fue lugar de conflictos e inestabilidad durante gran parte de la Edad Media, donde diferentes estados y culturas se enfrentaron por el territorio y los recursos que este contiene. Y estos 3 ejemplos del tipo de edificio que aquí te mostramos forman parte de este emocionante periodo de la Historia.
Esperamos haberte acercado un poco al sorprendente pasado de esta tierra.
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