En el corazón de la Costa Brava, en el municipio de Calonge, se encuentra el imponente Castillo de Calonge, un testimonio vivo del pasado medieval de la región y un lugar donde la historia cobra vida. Esta fortaleza, mencionada por primera vez en el siglo XI, tiene una historia llena de acontecimientos, desde su origen como una construcción defensiva para vigilar la frontera ante los ataques musulmanes, hasta su participación en conflictos internos de la nobleza catalana. A lo largo de los siglos, el castillo ha pasado por distintas manos, incluyendo la casa de Cruïlles, los Cardona y finalmente el ducado de Sessa. Incluso sufrió dos incendios en el siglo XV como parte del conflicto de los Remensas, para luego ser restaurado rápidamente por sus nuevos propietarios. Estos eventos nos hablan de un lugar que, pese a la destrucción, siempre resurgió, preservando su esencia.
Hoy en día, el Castillo de Calonge se presenta como un monumento de gran valor histórico y cultural. La estructura incluye elementos diversos como la Torre Cuadrada, que data del siglo XII, y un palacio tardo-gótico que fue añadido después de su restauración. Además, el castillo alberga un patio de armas que es conocido por su excelente acústica, lo cual lo ha convertido en el escenario perfecto del Festival de Música Interludi, que se celebra cada verano y atrae a visitantes de toda la región. Este festival, con sus actuaciones en directo y su atmósfera mágica, es uno de los momentos más esperados por los amantes de la música y la cultura. Durante el festival, el patio se transforma, creando un ambiente en el que el pasado y el presente se entrelazan, ofreciendo a los visitantes una experiencia única y envolvente.
Historia del Castillo de Calonge
La historia del Castillo de Calonge es tan fascinante como turbulenta. Sus inicios se remontan al siglo XI, cuando los condes de Gerona levantaron una fortaleza para defender la frontera. En el siglo XII, pasó a manos de los Cruïlles, una familia noble que jugó un papel importante en la historia de la región. En el siglo XV, el castillo fue incendiado durante las guerras civiles catalanas, en las que sus propietarios se aliaron con Juan II contra otros nobles de la región. Tras su restauración, se añadieron nuevas estructuras, como las torres redondas que rodean la fortaleza y un cuerpo renacentista con el escudo de los Sessa, que sigue siendo una de las características más llamativas del castillo.
Más tarde, en el siglo XIX, el castillo pasó a ser propiedad de una familia local que lo utilizó como casino y teatro, haciendo que el lugar se convirtiera en un centro social de gran importancia para la comunidad antes de convertirse finalmente en patrimonio público y ser gestionado por la Generalidad de Cataluña. Este proceso de transformación refleja la adaptabilidad del castillo y su capacidad para reinventarse a lo largo del tiempo, pasando de ser una estructura defensiva a un lugar de encuentro y cultura.
Actividades y experiencias en el Castillo de Calonge
Visitar el Castillo de Calonge es sumergirse en la historia medieval de Cataluña. Aunque el interior solo se puede visitar en ocasiones especiales, como festivales o visitas guiadas organizadas por la Oficina de Turismo, el exterior del castillo y su patio de armas son accesibles para el público. Este patio, que también es una plaza pública, se utiliza para conciertos y eventos culturales, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de disfrutar de una atmósfera única mientras se conectan con el pasado. Los eventos que tienen lugar en el patio del castillo permiten a los visitantes experimentar la historia de una manera muy diferente, no solo viendo las piedras antiguas sino también disfrutando de la música y el arte contemporáneo en un entorno histórico.
Para quienes buscan una experiencia más activa, la zona de Calonge es ideal para realizar rutas en bicicleta que recorren tanto el área costera como el interior medieval. Las rutas en bicicleta permiten explorar los hermosos paisajes de la Costa Brava, atravesando los viñedos y los paisajes de la comarca del Baix Empordà, llenos de encanto y belleza natural. Si necesitas equipamiento o bicicleta, puedes adquirirlas en tiendas como Bicimarket y recorrer estos caminos en bicicletas gravel, que son perfectas para el terreno mixto que caracteriza la región. Esta experiencia combina a la perfección la historia, la naturaleza y la actividad física, convirtiendo la visita al castillo y sus alrededores en una aventura integral. Los caminos serpentean por colinas y valles, ofreciendo vistas panorámicas del Mediterráneo y la oportunidad de detenerse en los pequeños pueblos que salpican la región, cada uno con su propio encanto. Estas rutas también permiten a los visitantes conocer de cerca la viticultura de la región, ya que muchas de las rutas pasan por viñedos y bodegas donde es posible hacer una parada para degustar los vinos locales.
Qué ver en los alrededores
Calonge ofrece mucho más que su castillo. En el centro histórico destaca la Iglesia de Sant Martí, con su impresionante tesoro parroquial que incluye una cruz procesional del siglo XIV y un cáliz renacentista, además de una exposición de pesebres en miniatura que data de los años 40. La iglesia es un lugar lleno de historia y arte, y su visita complementa perfectamente la experiencia de explorar el castillo. Además, las calles medievales que rodean la plaza Mayor están llenas de encanto, con fachadas de piedra y pequeñas tiendas artesanales que invitan a pasear y descubrir rincones únicos. Eventos como la Feria Medieval de Semana Santa y el Mercado del Vi Nou en noviembre son excelentes oportunidades para explorar la cultura local y disfrutar de la gastronomía típica de la región.
La zona costera de Sant Antoni de Calonge, por su parte, ofrece algunas de las mejores playas de la Costa Brava, como la Playa de Sant Antoni y la Cala Cristus, donde se puede disfrutar de un relajante día frente al mar. Estas playas son ideales tanto para familias como para aquellos que buscan practicar deportes acuáticos, desde kayak hasta paddle surf. También se pueden encontrar rutas de senderismo costeras que ofrecen vistas espectaculares del litoral, con el mar de un lado y los acantilados del otro. Sant Antoni de Calonge es el lugar perfecto para quienes desean combinar la exploración histórica con el disfrute del sol y la playa, creando una experiencia vacacional completa que satisface tanto a los amantes de la historia como a los buscadores de aventuras.
Preguntas frecuentes sobre el Castillo de Calonge
La primavera y el verano son las mejores estaciones, especialmente si se quiere disfrutar de los eventos como el Festival de Música Interludi o el Mercado Medieval. Durante estas estaciones, el clima es ideal para recorrer los alrededores y participar en las actividades culturales que se organizan en el castillo y en la localidad.
Sí, las visitas guiadas se organizan a través de la Oficina de Turismo y suelen tener un coste de 3 euros. Estas visitas permiten a los visitantes conocer más detalles sobre la historia del castillo y explorar partes que normalmente no están abiertas al público.
La visita exterior es gratuita, pero el acceso al interior y los eventos especiales pueden tener costes adicionales. Sin embargo, el coste es muy razonable, especialmente teniendo en cuenta la experiencia enriquecedora que se obtiene al conocer un lugar tan lleno de historia.
Un final que inspira nuevas aventuras
El Castillo de Calonge es mucho más que una fortaleza medieval; es un portal a una época de señores feudales, de intrigas y restauraciones. Su imponente presencia y la belleza de su entorno hacen de este lugar una visita obligada para los amantes de la historia, la cultura y la arquitectura. Desde el casco antiguo de Calonge hasta las playas de Sant Antoni, la experiencia completa ofrece algo para todos: cultura, aventura, historia y relax. Además, la posibilidad de disfrutar de conciertos en su patio de armas o recorrer la región en bicicleta hacen de este destino algo único e inolvidable.
¡Sigue explorando con nosotros los secretos de la Costa Brava y sus tesoros medievales en Castillos del Olvido! Cada rincón es una nueva historia por descubrir, y cada visita es una oportunidad para conectar con nuestro pasado y vivir el presente de una manera más enriquecedora.
Foto © Talavan37, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons