Edificada a mediados del siglo XV, según la tradición, torre que fue constuida para mantener cautiva a una dama, Doña Blanca, durante su secuestro; aunque se sabe que era una de las torres, junto a la Torre Armez (hoy desaparecida), que defendían la entrada al pueblo, situadas en la Puerta Nueva y la Puerta de la Villa, respectivamente.
Es un construcción de planta pentagonal y forma prismática con un bajo adovelado de cañon y una zona alta con cuatro esquinas, también con idéntica forma cubierta, se sabe que en la construcción de esta obra intervinieron a mediados del siglo XV el artífice Martín Sánchez de Bonifacio y su hijo.