Torre de la Sisa: La silenciosa centinela de Daroca

Torre de la Sisa

Posada majestuosamente sobre uno de los cerros que abrazan la medieval Daroca, la Torre de la Sisa se alza como un testigo pétreo de los siglos de historia que han moldeado esta fascinante región de Zaragoza. Desde su privilegiada posición, esta fortaleza no solo dominaba visualmente el entorno, sino que jugó un papel crucial en la defensa y desarrollo de una de las ciudades más importantes del antiguo Reino de Aragón. La Torre de la Sisa, con sus muros que han resistido el paso del tiempo, nos invita a un viaje a través de las épocas más turbulentas y fascinantes de la historia medieval española.

Historia detallada

Orígenes de piedra y necesidad

La Torre de la Sisa tiene sus orígenes en el agitado siglo XII, concretamente hacia 1142, cuando la reconquista cristiana avanzaba por estos territorios y la necesidad de proteger las fronteras se hacía imperante. Tras la toma de Daroca por Alfonso I el Batallador en 1120, la ciudad se convirtió en un punto estratégico que necesitaba reforzar su sistema defensivo ante las amenazas musulmanas procedentes del sur.

El nombre de «Sisa» proviene, según los registros históricos más fiables, del antiguo impuesto medieval conocido como «sisa», que gravaba los productos de primera necesidad en los mercados. Se cree que las rentas obtenidas de este tributo local financiaron parcialmente la construcción y mantenimiento de la torre, un hecho que quedó inmortalizado en su denominación.

Testigo de conflictos y transformaciones

Durante la Guerra de los Dos Pedros (1356-1369), la Torre de la Sisa desempeñó un papel defensivo crucial. Pedro IV de Aragón ordenó reforzar las defensas de Daroca, incluida nuestra protagonista, ante las incursiones castellanas. Los registros sugieren que la torre resistió varios intentos de asedio, protegiendo el flanco occidental de la muralla darocense.

El siglo XV trajo consigo la pacificación relativa de la zona y una transformación en la función de la torre. De ser principalmente una estructura militar, comenzó a utilizarse también como punto de vigilancia comercial y control de mercancías que entraban a la ciudad, reforzando así la conexión etimológica con su nombre.

Durante la Guerra de Sucesión (1701-1714), la Torre de la Sisa volvió a cobrar relevancia estratégica cuando las tropas borbónicas utilizaron el sistema defensivo de Daroca en su avance hacia el interior peninsular. Los daños sufridos en este periodo fueron parcialmente reparados en las décadas siguientes, aunque nunca recuperó su esplendor medieval.

La llegada del siglo XIX y las Guerras Carlistas dejaron nuevas cicatrices en la estructura. Según documentos de la época, la torre fue utilizada como punto de observación por las tropas liberales que defendían Daroca, sufriendo algunos impactos de artillería que debilitaron su estructura oriental.

Leyendas entre sus piedras

Como toda buena fortificación medieval, la Torre de la Sisa no está exenta de leyendas que enriquecen su historia. La más popular habla del «Tesoro de la Sisa», supuestamente enterrado en algún lugar bajo los cimientos por un alcaide de la torre durante una de las incursiones musulmanas del siglo XIII. Se dice que dejó una serie de enigmáticas marcas en las piedras de la base que señalan la ubicación exacta. Aunque los historiadores consideran esta historia como una elaboración popular sin fundamento histórico, las marcas existen y han generado debate entre los expertos.

Otra leyenda fascinante relata la historia de Doña Jimena, una noble aragonesa que, durante el asedio castellano del siglo XIV, defendió heroicamente la torre con un grupo reducido de soldados mientras enviaba mensajes a las tropas aragonesas mediante palomas mensajeras. Los registros históricos no confirman esta historia, pero su figura se ha convertido en parte del folclore local.

Arquitectura y características

Un bastión de piedra y determinación

La Torre de la Sisa se erige como un soberbio ejemplo de arquitectura militar románica con posteriores añadidos góticos. Construida principalmente en piedra caliza local, presenta una planta rectangular de aproximadamente 12 por 8 metros, con muros que alcanzan los 2 metros de espesor en su base, adelgazándose ligeramente en los niveles superiores.

La torre se eleva hasta una altura de unos 18 metros, dividida originalmente en cuatro niveles internos conectados por una escalera de caracol ubicada en el ángulo noreste. Esta escalera, tallada hábilmente en la propia estructura muraria, representa una ingeniosa solución constructiva que aprovechaba al máximo el espacio disponible sin comprometer la solidez defensiva.

Elementos defensivos que desafían el tiempo

Entre los elementos defensivos más destacables encontramos:

Las saeteras, estrechas aberturas verticales distribuidas estratégicamente en los niveles inferiores, que permitían a los defensores disparar flechas mientras se mantenían protegidos. En el siglo XV, algunas de estas saeteras fueron modificadas para adaptarse al uso de armas de fuego, ampliando su abertura exterior.

Un matacán sobre la entrada principal, elemento constructivo en voladizo que permitía defender verticalmente el acceso mediante el lanzamiento de proyectiles o líquidos sobre los atacantes.

Almenas coronando la parte superior, aunque las actuales son producto de la restauración del siglo XX basada en evidencias arqueológicas y documentales.

Un aljibe excavado en la roca bajo el nivel del suelo, que garantizaba el suministro de agua en caso de asedio prolongado, elemento fundamental para la autonomía defensiva de cualquier fortaleza medieval.

Singularidades constructivas

Lo que hace verdaderamente única a la Torre de la Sisa es su integración con el sistema defensivo general de Daroca. No se trata de una torre aislada, sino de un elemento perfectamente coordinado con la muralla, posicionado estratégicamente para defender uno de los puntos más vulnerables del perímetro urbano.

Destaca especialmente el ingenioso sistema de comunicación visual que mantenía con la Torre del Jaque, situada en el extremo opuesto de la ciudad. Mediante un complejo código de señales luminosas, ambas torres podían coordinarse para alertar de peligros y movilizar defensas, representando un avanzado sistema de comunicaciones para su época.

Otra característica distintiva es el aparejo constructivo de sus muros, donde se aprecia claramente la evolución cronológica: la base presenta un aparejo más irregular y antiguo (siglo XII), mientras que las partes superiores muestran sillares mejor trabajados y dispuestos en hiladas más regulares, correspondientes a las reformas de los siglos XIV y XV.

Estado actual: diálogo entre pasado y presente

Tras siglos de abandono, la Torre de la Sisa fue objeto de una cuidadosa restauración entre 1992 y 1995, dentro del plan general de recuperación del patrimonio histórico de Daroca. Los trabajos, dirigidos por el arquitecto Antonio Pérez Sánchez, se centraron en consolidar la estructura, reconstruir parcialmente los elementos deteriorados siguiendo técnicas tradicionales y habilitar el interior para uso cultural.

La restauración respetó escrupulosamente los vestigios originales, diferenciando sutilmente las partes reconstruidas mediante técnicas y materiales que, aunque armonizan con el conjunto, permiten al visitante entendido identificar lo original de lo restaurado. Este criterio, siguiendo las recomendaciones internacionales de conservación patrimonial, ha sido alabado por especialistas en arquitectura medieval.

Actualmente, la torre presenta un excelente estado de conservación que permite apreciar tanto su valor histórico original como comprender su función y características defensivas, ofreciendo además una seguridad estructural que posibilita su visita pública.

El castillo hoy

Una experiencia cultural envolvente

En la actualidad, la Torre de la Sisa funciona como un espacio museístico integrado en la red de monumentos visitables de Daroca. El interior alberga una exposición permanente dedicada al sistema defensivo medieval de la ciudad, con paneles explicativos, maquetas y recreaciones audiovisuales que permiten comprender la importancia estratégica que tuvo esta fortificación.

Los tres niveles accesibles de la torre ofrecen experiencias diferentes:

  • La planta baja contiene una introducción histórica y contextual, con una maqueta de la Daroca medieval que muestra la ubicación de todas sus fortificaciones.
  • El primer nivel está dedicado a la historia específica de la torre, con una interesante colección de objetos arqueológicos encontrados durante las excavaciones.
  • El nivel superior, culminando con la terraza almenada, ofrece unas vistas panorámicas espectaculares de Daroca y su entorno natural, permitiendo entender perfectamente el valor estratégico de su ubicación.

Actividades y eventos especiales

La Torre de la Sisa cobra especial protagonismo durante las Jornadas Medievales de Daroca, celebradas anualmente el primer fin de semana de julio. Durante estos días, actores caracterizados recrean escenas de la vida militar medieval, realizando demostraciones de técnicas defensivas y explicando el funcionamiento de los elementos arquitectónicos de la torre.

Ocasionalmente, la torre acoge pequeños conciertos de música medieval y renacentista durante las noches de verano, creando una atmósfera mágica que transporta a los asistentes a épocas pasadas mientras disfrutan de las vistas nocturnas de Daroca.

Para los aficionados a la fotografía, la Torre de la Sisa organiza dos veces al año, coincidiendo con los equinoccios, sesiones especiales al amanecer que permiten captar la salida del sol tras las montañas desde esta privilegiada atalaya.

Información práctica para visitantes

Horarios y precios:

  • Temporada alta (abril-octubre): Martes a domingo de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00
  • Temporada baja (noviembre-marzo): Viernes a domingo de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:00
  • Entrada general: 3€
  • Entrada reducida (estudiantes, jubilados): 2€
  • Menores de 12 años: gratuita
  • Entrada combinada con otros monumentos de Daroca: 8€

Visitas guiadas:

  • Diarias en temporada alta a las 12:00 y 17:00
  • Fines de semana en temporada baja a las 12:00
  • Duración aproximada: 45 minutos
  • Suplemento por visita guiada: 2€
  • Reserva recomendada para grupos de más de 10 personas

Accesibilidad: La planta baja es accesible para personas con movilidad reducida. Los niveles superiores, debido a las características históricas del edificio y su escalera de caracol original, presentan dificultades de acceso. Sin embargo, se ha instalado un sistema de vídeo en la planta baja que muestra en tiempo real las vistas desde la terraza superior.

Información práctica para visitantes

Cómo llegar

En coche: Daroca se encuentra a 83 km de Zaragoza por la autovía A-23. Una vez en Daroca, hay un aparcamiento gratuito junto a la Puerta Baja desde donde se puede acceder a pie a la Torre de la Sisa en un paseo de unos 15 minutos cuesta arriba.

En transporte público: Línea regular de autobuses desde Zaragoza (Estación Delicias) con 3-4 servicios diarios. El trayecto dura aproximadamente 1h15min.

Distancias desde ciudades cercanas:

  • Desde Zaragoza: 83 km (1 hora)
  • Desde Teruel: 90 km (1 hora y 10 minutos)
  • Desde Calatayud: 45 km (40 minutos)
  • Desde Valencia: 240 km (2 horas y 30 minutos)

Mejores épocas para visitar

La primavera (abril-junio) ofrece temperaturas agradables y paisajes verdes espectaculares en los alrededores. El otoño (septiembre-noviembre) regala atardeceres especialmente fotogénicos desde la torre.

Las Jornadas Medievales (primer fin de semana de julio) son ideales para quienes deseen complementar la visita con recreaciones históricas y actividades temáticas.

Evite los días de fuerte viento, frecuentes en invierno, que pueden hacer desagradable la experiencia en la terraza superior.

Duración recomendada

Para una visita completa a la Torre de la Sisa, reserve aproximadamente 1 hora. Si participa en una visita guiada, añada 15-20 minutos adicionales.

Para disfrutar de Daroca y sus principales monumentos, incluyendo la torre, lo ideal es planificar una jornada completa.

Servicios disponibles

En la torre:

  • Pequeña tienda de recuerdos con publicaciones especializadas
  • Aseos en la planta baja
  • Punto de información turística con folletos en varios idiomas

En las inmediaciones:

  • Área de descanso con bancos a la sombra a 50 metros
  • Fuente de agua potable en la plaza cercana
  • Cafetería «El Torreón» a 200 metros

Alojamiento recomendado

Posada del Almudí ★★★ Hotel con encanto ubicado en un edificio histórico del siglo XVI en el centro de Daroca. Habitaciones con vistas a la ciudad amurallada. Precio medio: 65-85€/noche.

Hospedería de Daroca ★★★★ Antiguo convento reconvertido en hotel de lujo, a 10 minutos a pie de la torre. Ofrece un restaurante con gastronomía tradicional aragonesa actualizada. Precio medio: 90-120€/noche.

Casa Rural La Muralla Alojamiento económico y acogedor en una casa tradicional restaurada junto a la muralla. Ideal para familias. Precio medio: 50-70€/noche.

5 consejos imprescindibles para tu visita a la Torre de la Sisa

  1. Lleva calzado cómodo – El acceso implica subir por calles empedradas con pendiente.
  2. No olvides la cámara – Las vistas panorámicas desde la terraza superior son espectaculares.
  3. Visita primero el Centro de Interpretación de las Murallas para contextualizar mejor la torre.
  4. Aprovecha las visitas guiadas – Los guías locales comparten anécdotas y detalles que no encontrarás en las guías.
  5. Combina la visita con el recorrido por la muralla para obtener una experiencia defensiva completa.

Explorando los alrededores

Daroca y su comarca esconden tesoros históricos y naturales que complementan perfectamente la visita a la Torre de la Sisa. La región, conocida como Campo de Daroca, ofrece un paisaje ondulado de media montaña salpicado de pequeños pueblos medievales donde el tiempo parece haberse detenido.

El casco histórico de Daroca, declarado Conjunto Histórico-Artístico, merece por sí solo una pausada exploración. Sus calles estrechas y sinuosas, flanqueadas por casas nobles y edificios religiosos, transmiten la esencia de una ciudad medieval que supo adaptarse a los tiempos sin perder su carácter.

5 visitas imprescindibles cerca de la Torre de la Sisa

  1. Basílica de Santa María (500 m) – Impresionante templo gótico-mudéjar con un retablo mayor renacentista de extraordinario valor.
  2. Puerta Baja (800 m) – Monumental acceso fortificado a la ciudad, con un interesante pasadizo abovedado y torretas defensivas.
  3. Museo de la Pastelería (600 m) – Dedicado a los famosos «Almojábanas», dulce tradicional de origen medieval que sigue elaborándose artesanalmente.
  4. Laguna de Gallocanta (25 km) – Espacio natural único en España, fundamental en las rutas migratorias de las grullas y otras aves acuáticas.
  5. Bodega Medieval de Santo Tomás (300 m) – Excavada en la roca, muestra las técnicas de vinificación tradicionales desde la época medieval hasta principios del siglo XX.

Gastronomía medieval que perdura

La gastronomía de Daroca mantiene vivas recetas y técnicas que se remontan a la Edad Media. Especialmente destacables son las «migas a la pastora», plato humilde de origen pastoril elaborado con pan duro, grasa de cordero y uvas, que tradicionalmente consumían los vigilantes de la Torre de la Sisa durante sus largas guardias.

El «Ternasco de Aragón» asado en horno de leña sigue preparándose como en los banquetes medievales, mientras que los «retorcidos» de Daroca, pasta dulce aromatizada con anís, tienen su origen en las celebraciones que seguían a la exitosa defensa de la ciudad contra los asedios enemigos.

No deje de visitar la taberna «El Trovador», ubicada en un sótano abovedado del siglo XIV, donde sirven hidromiel siguiendo una receta tradicional que, según cuentan, era la bebida favorita de los alcaides de la Torre de la Sisa.

Festividades con raíces medievales

El Corpus Christi de Daroca, declarado Fiesta de Interés Turístico Regional, conmemora el milagro eucarístico conocido como «los Corporales de Daroca» (1239) con una solemne procesión que recorre el recinto amurallado, incluyendo una parada junto a la Torre de la Sisa.

Durante las Jornadas Medievales (primer fin de semana de julio), toda Daroca se transforma en un gran escenario medieval con mercados de época, representaciones teatrales, música, danzas y torneos. La Torre de la Sisa se engalana con pendones y estandartes, y acoge exhibiciones de tiro con arco y otras actividades que recrean su función defensiva original.

Un día perfecto: itinerario recomendado

Mañana:

  • 10:00 – Visita al Centro de Interpretación de las Murallas
  • 11:00 – Recorrido por la Torre de la Sisa con visita guiada
  • 12:30 – Paseo por el tramo norte de la muralla hasta la Puerta Alta
  • 14:00 – Almuerzo en el Mesón «La Cadiera» (especialidad en platos medievales)

Tarde:

  • 16:00 – Visita a la Basílica de Santa María y Museo de los Corporales
  • 17:30 – Recorrido por el centro histórico y sus palacios renacentistas
  • 19:00 – Merienda de «almojábanas» en la pastelería tradicional «El Horno Viejo»
  • 20:00 – Atardecer desde el mirador junto a la Torre de la Sisa

10 datos fascinantes que no conocías sobre la Torre de la Sisa

  1. Inexpugnable – Nunca fue tomada por asalto durante los numerosos conflictos en que se vio involucrada.
  2. Comunicación – Contaba con un sofisticado sistema de espejos que permitía enviar mensajes codificados hasta torres a 20 km de distancia.
  3. Arquitectura – Las piedras de sus esquinas están talladas con marcas de cantero únicas que permitían identificar al artesano responsable de cada bloque.
  4. Astronomía – Su orientación no es casual: el sol del solsticio de verano ilumina exactamente el centro de la sala principal.
  5. Cine – Apareció brevemente como localización en la película «El Cid» (1961) protagonizada por Charlton Heston y Sophia Loren.
  6. Realeza – Jaime I el Conquistador pernoctó en la torre en 1236, según consta en su crónica personal.
  7. Acústica – Posee un curioso fenómeno acústico: palabras susurradas en un ángulo de la planta baja pueden escucharse perfectamente en el ángulo opuesto.
  8. Subterráneos – Excavaciones recientes han revelado un pasadizo secreto que conectaba la torre con el interior de la ciudad, usado como vía de escape.
  9. Templarios – Algunas marcas encontradas en sus muros han sido relacionadas con símbolos templarios, aunque los historiadores debaten esta conexión.
  10. Biodiversidad – Sus muros albergan una colonia de cernícalos primilla, especie protegida que encuentra en las grietas de la piedra un hábitat ideal para nidificar.

Piedras que hablan de nuestro pasado

Mientras contemplo el perfil recortado de la Torre de la Sisa contra el cielo aragonés, no puedo evitar sentir una profunda conexión con aquellos que, siglos atrás, construyeron esta fortaleza piedra a piedra. Cada sillar, cada aspillera, cada almena cuenta una historia de determinación, ingenio y supervivencia.

En un mundo donde lo efímero parece ganar terreno día a día, estructuras como la Torre de la Sisa nos recuerdan la importancia de preservar nuestro patrimonio histórico. No son simples montones de piedras antiguas, sino libros abiertos donde podemos leer nuestro pasado colectivo, comprender mejor nuestro presente y, quizás, orientar más sabiamente nuestro futuro.

Visitar la Torre de la Sisa es mucho más que hacer turismo; es emprender un viaje en el tiempo, es dialogar con nuestros antepasados, es comprender las raíces de nuestra identidad cultural. Te invito a que, en tu próxima visita a Aragón, reserves un día para Daroca y su torre. Te aseguro que, como me ocurrió a mí, una vez que hayas contemplado el paisaje desde sus almenas, algo de su espíritu quedará para siempre contigo.

Preguntas frecuentes sobre la Torre de la Sisa

¿Se puede subir hasta lo más alto de la torre? Sí, la visita incluye el acceso a la terraza almenada superior, desde donde se disfrutan vistas panorámicas de 360° sobre Daroca y su entorno.

¿Es adecuada la visita para niños? Absolutamente. Hay actividades específicas para el público infantil y paneles adaptados. Sin embargo, se recomienda supervisión constante debido a las escaleras empinadas.

¿Cuánto tiempo se tarda en visitar la torre? Una visita completa requiere aproximadamente una hora, aunque se recomienda complementarla con el recorrido por un tramo de la muralla.

¿Hay aparcamiento cerca? Existe un aparcamiento gratuito junto a la Puerta Baja, a unos 15 minutos a pie cuesta arriba.

¿Se pueden tomar fotografías en el interior? Sí, está permitido fotografiar todo el recinto sin restricciones ni coste adicional. El uso de trípode requiere autorización previa.

¿La torre está abierta todo el año? Sí, aunque con horarios reducidos en temporada baja (noviembre-marzo) y posibles cierres puntuales por mantenimiento en febrero.

¿Ofrecen visitas guiadas en otros idiomas? Las visitas regulares se realizan en español, pero con reserva previa (mínimo 1 semana) pueden organizarse en inglés, francés e italiano.

Fotografía Zarateman, CC0, via Wikimedia Commons

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