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Historia y descripción
El Torreón se halla en un cerro próximo al pueblo, al otro lado del río. Bajo la roca que aflora en lo alto de los escarpes se abren varias cuevas naturales. Asentada en un páramo en que se asienta la torre es muy parecido al cercano de Aza, que se divisa perfectamente y con cuya fortaleza pudo, por consiguiente, comunicarse fácilmente. Los vecinos aseguran que estuvieron unidas subterráneamente, así como también con el castillo de Torregalindo. Lo conservado consiste en la base de una paralelogramo, cuyos lienzos alcanzan 20 por 11 metros de lado y unos 4 de altura. Necesariamente tienen que corresponder al semisótano de la torre, pues de otra manera resultaría difícil explicar unos muros tan exageradamente gruesos.
Los materiales son piedras puestas en hileras de tipo informe y menudo, aunque en la base y esquinas también existen otras muy gruesas. Predomina la piedra porosa. El relleno de los muros es una mezcla de piedra y tierra. Los paramentos internos del torreón son de buena sillería, lo que hace suponer que quizá también lo fue el revestimiento externo, hoy día desaparecido por la acción del tiempo.
No conserva vanos. En el centro posee un pozo que se ha mantenido en uso hasta tiempos cercanos, quizá por haberse empleado para abrevar las ovejas de las tenadas que allí se levantan. El fin protector de la torre pudo predominar sobre los demás sentidos. A dichas tenadas se les conoce aún con el expresivo nombre de “Corral de los Guardias”.
También pudo ser un punto avanzado, complemento de Aza, para controlar en épocas de repoblación el camino que desde el Sur lleva a Roa y su tierra. El apelativo de “Casa de los Moros” podría ser una demostración de ello. Y hasta cabría pensar en dos fines distintos en dos épocas distantes.
Bibliografía
Arquitectura fortificada en la provincia de Burgos. Inocencio Cadiñanos Bardeci